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Zapatos y vestidos, colorete, pasteles y tartas, puntillas, encajes, seda salvaje y chiffon, gargantillas, color rosa, champagne, Converse, cardado y barra de labios, ¡esa quiero que sea mi Navidad! Y os la deseo a tod@s por igual.


viernes, 24 de diciembre de 2010 Etiquetas: , , , , , , , 2 comentarios

Hoy estoy de estreno. No solo he decidido ponerme las pilas con el blog, lo cree con mucha ilusión y lo tengo abandonadito, sino que además tengo un segundo motivo y es que no podría estar más contenta y satisfecha con el dibujo que adorna mi cabecera.

La artista es mi amiga Irene. Nos conocimos en la universidad y juntas hemos compartido muchas horas de clase, risas, napolitanas de chocolate, y horas de aquelarre. A menudo recuerdo con cariño las clase de arquitectura moderna en las que solía prestar más atención a sus apuntes que al propio profesor. Me pasaba la hora embobada mirando como abocetaba la Casa de la Cascada de Wright, el pabellón exposiciones de la Secesión vienesa, o la Bauhaus, y todo ello mientras le daba tiempo a coger apuntes, decorarlos con colores, y dibujar algo en mis folios, previa petición mía. Gatos, tazas humeantes, niñas de ojos grandes, muffins y zapatitos, pasaron a formar parte también de mis largas tardes de estudio. Ella siempre decía que no sabía dibujar zapatos de tacón, pero doy fe de que todo lo que se proponía dibujar nos dejaba a los demás admirados.



Un día le pregunté que por qué no había estudiado Bellas Artes y su respuesta fue rotunda: 'No pinto porque quiera dedicarme profesionalmente a ello, pinto porque me encanta hacerlo'. Para los que somos sus amigos, ella es el mejor ejemplo de que para hacer lo que te gusta no necesitas tirarte una vida estudiando, ni tener grandes pretensiones, sino simplemente echarle ganas y grandes dosis de ilusión. Por eso, aunque le pese el bolso un quintal, nunca se separa de su moleskine, porque nunca se sabe cuando llega la musa, y hay que estar preparada para todo.
 


Los dibujos de Irene tienen la magia de transportarnos a otros mundos. Son frescos, divertidos, y optimistas. A mí siempre me alegran el día y consiguen que sonría. Esto es solo un pequeño ejemplo de mis preferidos, pero tiene muchos más en su blog o en su Flickr! Además, dentro de muy poquito los podré ver todos de nuevo en directo, ya que tiene preparada una exposición en la Galería Rina Bowen, calle Augusto Figueroa número 17, desde el 9 de diciembre. ¡Qué ganitas!






lunes, 15 de noviembre de 2010 Etiquetas: , , , , , , 2 comentarios

Hoy quiero compartir con todos vosotros una hipótesis que hace tiempo que me ronda por la cabeza. Llevo mucho tiempo leyendo blogs de moda. Facilita mucho el hecho de que además trabajo en ello, y me encanta aprovechar los ratillos sueltos para dedicarme por entero a un nuevo descubrimiento. Todos me fascinan; si son muy buenos porque muero de la tirria, y si son malos porque, y el que no lo piense que lo diga, le suben a una la autoestima como mínimo para sobrellevar la jornada. ¡El caso es que el fenómeno blog me tiene atolondrada!

Después de tanto click, al final acabas plantándote y preguntándote por qué estas chicas tan jóvenes, con sus trabajos y sueldos 'normales' salvo excepciones, tienen mas 'atos' (palabro que desde que me enseñó mi buena amiga La Biperina Folclórica no puedo dejar de utilizar) que la mismísima Carrie Bradshaw, y más zapatos que María Antonieta.

Pues bien, yo, después de mucho reflexionar y haciendo honor a mi nombre, he llegado a una conclusión. ¡Ojo! Sin ánimo de ofender a nadie (porque en el fondo mis conjeturas provienen de la más pura envidia), a veces pienso que en realidad sus 'closet' son producto de nuestra imaginación, y que en realidad las prenditas en cuestión, ¡llevan la etiqueta colgada y son de ida y vuelta! El que quiera entender que entienda, porque aunque esta idea parte de una suposición subjetiva... ¡Decidme que nunca lo habéis pensado y entonces me callaré!

viernes, 12 de noviembre de 2010 0 comentarios

Solía no gustarme el otoño, y sin embargo, ahora no veo mejor momento para comenzar de cero. Sólo quiero hablar, ya sea susurrando o gritando, de las cosas que me importan. Miles de pensamientos que llevan años sin salir de mi cabeza y quiero que comiencen a hacerlo. No sé ni cómo, ni cuándo lo harán, por lo que no pronostico ni prometo nada. Sé de antemano que cualquier cosa que me plantee aquí y ahora, no lo respetaré, por lo que desisto de ello.
Y lo que me dé la gana, ¿qué tal?

jueves, 23 de septiembre de 2010 1 comentarios